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*Se trata de una nueva versión de una de las canciones emblemáticas del cantautor guajiro, incluida en el proyecto #SomosLaMúsicaDeEstaTierra.


Las banda roquera colombiana The Mills, incluyó en su proyecto de rescate de la música de este País, la canción vallenata ‘Señora’, de la autoría de Rafa Manjarrez y que ha sido grabada infinidades de veces por artistas del género vallenato.



En esta oportunidad, el rock es el nuevo género en el cual se escuchará la letra acompasada de ‘Señora’, que es una de las canciones del cantautor guajiro y abogado Rafa Manjarrez.



El proyecto denominado #SomosLaMúsicaDeEstaTierra, busca precisamente llevar al género rock canciones que se constituyen en emblemas del folclor vallenato, y ‘Señora’, que en una primera ocasión fue grabada por Otto Serge y Rafael Ricardo, es una de esas canciones.



Este tema musical también fue grabado por Daniel Celedón, Peter Manjarrez, Ivo Díaz y Rafa Pérez, entre otros.


La banda roquera y ‘Señora’

The Mills (Los Molinos) es una banda colombiana de rock formada en Bogotá con cinco integrantes desde el año 2007. Son ellos, el vocalista Álvaro Charry, ‘Bako’; el guitarrista Jorge Bello, ‘Geogy’; el bajista Ramón Gutiérrez; el teclista Diego Cáceres y el baterista Diego Cadavid.



Entre tanto, la canción ‘Señora’ de la autoría de Rafa Manjarrez, nació en 1985, dedicado a una mujer de nombre Doris, para el autor, “la mujer más bonita que había visto en su vida”.



El escenario fue la ciudad de Barranquilla, Manjarrez, cuenta él mismo, que tenía 23 años, y la composición y el canto vallenato, le permitía ganarse unos pesos de vez en cuando.



“Para esa edad ya había compuesto más de 50 canciones; pero solo 12 ó 13 habían sido grabadas. Hasta que un día, caminando calle abajo por mi cuadra, levanté la mirada y en la terraza de una casa vi a la mujer más bonita que había visto en mi vida”, afirma.


Agrega que “era muy joven y me enamoré de ella y de su amor no correspondido. Por eso, nació el vallenato más famoso que he compuesto. Sí, les hablo de ‘Señora’, ese que empieza con “un verso bien sutil y dirigido, delicado y sensitivo quisiera componer yo”, y que fue, como lo digo ahí, una de mis más grandes declaraciones de amor”.



Por supuesto la mujer era casada. “Era dulce, bondadosa, simpática, eso me enamoró. Yo nunca le dije de frente que me gustaba; pero me las daba de galán y le regalaba dulces, le llevaba flores, le entregaba notas. No tenía miedo de su esposo; pero tampoco fue necesario llegar a un encuentro con él porque Doris nunca me paró bolas. ¡Carajo, cómo sufría…! Mi sufrimiento era indecible, uno de esos dolores que solo se viven una vez en la vida”, indica Rafa Manjarrez en uno de sus relatos públicos acerca de la historia de esta canción.



Un año después, afirma Rafa Manjarrez, Otto Serge y Rafael Ricardo grabaron la canción en Medellín y, como se esperaba, fue un éxito rotundo.



“Sonaba en todas partes y fue la primera vez que uno de mis vallenatos era cantado por todo el mundo. Para ese entonces, yo me había cambiado de casa y mi amor por Doris, aunque seguía vivo, era más una resignación. No me despedí de ella porque andaba de vacaciones fuera de la ciudad. Cuando quise volver a verla, no la encontré en su casa: se había mudado también. No volví a saber de ella”, precisa el autor de la canción ‘Señora’.


Esta nueva versión de ‘Señora’ va dirigida a esa nueva generación que ya no escucha vallenato y a la que se quiere conquistar para que conozcan las historias de nuestro folclor.

 



La edición número 33 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que en 2021 se llevará a cabo del 9 al 23 de agosto, tendrá a Suecia como país invitado de honor. Durante quince días,los y las visitantespodrán acercarse de nuevo a los libros, a sus autores y autoras, y a todos los y las agentes del sector que le dan vida a la feria.


La cultura y, en este caso los libros,son un refugio, un bálsamo, la ilusión de transformación y cohesión social para que, como diría la escritora española Irene Vallejo, “entre palabras y ficciones inventemos un mundo para dar sentido al caos y sobrevivir en él”. Planear la FILBo, con todos los cuidados, en un escenario como el que estamos viviendo, es una luz, una esperanza que queremos compartir con los colombianos y colombianas.

Es así como la FILBo se realizará de manera presencial en Corferias y en distintos espacios de Bogotá y del país, en un formato adaptado a esta nueva realidad cumpliendo con estrictos protocolos de bioseguridad, distanciamiento físico, autocuidado y mutuo cuidado. Además, se complementará con eventos virtuales que nos permitirán volver a vivir encuentros, conversaciones, firmas de libros y demás actividades de manera biosegura.


Suecia ha mantenido relaciones bilaterales con Colombia durante más de 140 años. Actualmente, como socio para la construcción de la paz y el desarrollo sostenible, intercambia perspectivas con el país en temas de paz, derechos humanos, inclusión, igualdad, sostenibilidad, medio ambiente, y economía naranja. En los últimos años ha apostado por el fortalecimiento de la promoción cultural que amplía la relación entre las dos naciones fomentando la literatura y los valores que promueve Suecia alrededor del mundo, a través del Instituto Sueco.


Helena Storm, embajadora de Suecia en Colombia manifestó que “A pesar de las difíciles circunstancias que vivimos, desde la Embajada de Suecia en Colombia continuamos acercando nuestra cultura, e intercambiando valores y experiencias para construir juntos una relación que responda a los desafíos globales. Queremos que nuestra participación en la Feria del Libro de Bogotá sea una mano amiga en estos momentos de incertidumbre. Es por ello que planearemos una programación digital robusta al alcance de todas las personas y trabajaremos para ofrecer experiencias presenciales seguras para los y las visitantes. También invito al sector editorial colombiano a que nos ayude a acercar la literatura sueca a Colombia apostando por la publicación de nuevos títulos con las ayudas económicas que ofrecemos entre Kulturrådet (Swedish Arts Council) y la Embajada de Suecia”.


“La FILBo será una realidadcon una programación y exhibición comercial con la calidad a la que estamos acostumbrados. Sin duda esta contingencia será una oportunidad para fortalecer proyectos como FILBo Ciudad, FILBo Región y La FILBo en Casa para poder llegar a más lectores y lectoras de Colombia y el mundo con eventos y libros disponibles comercialmente. El equipo de la Cámara Colombiana del libro, el gremio y por supuesto nuestro socio Corferias, estamos trabajando para que en agosto nos volvamos a encontrarcon todos los cuidados. Y tener la confirmación de Suecia como país invitado de honor, es una magnífica noticiaporque nos permite darle continuidad a las distintas acciones que hemos trabajado en los últimos meses con la Embajada de Suecia en Colombia para seguir promoviendo su cultura ennuestro territorio”, afirmó Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro.


Por su parte, Andrés López Valderrama, presidente ejecutivo de Corferias aseguróLa FILBo ha sido, durante 34 años, el escenario cultural y editorial más representativo del país y la región. Por esta razón, y luego de un año en el que asumimos con creatividad y resiliencia el reto de tener nuestra exitosa #FILBoEnCasa a través de la tecnología,hoy desde Corferias, junto con la Cámara Colombiana del Libro, estamos comprometidos con entregarle al país una FILBo 2021 renaciente y fortalecida en un formato presencial, adaptado a esta nueva realidad con todos los protocolos de bioseguridad,combinado con las fortalezas de la virtualidad que permitan disfrutar de un encuentro cargado de experiencias con los libros, la cultura, los negocios y las novedades editoriales. Es así, como para nosotros es motivo de orgullo poder contar este año con Suecia como país Invitado de Honor porque nos permite compartir y afianzar con el público visitante su cultura basada en sostenibilidad, educación, innovación, igualdad e inclusión. Así mismo, la FILBo representa una apuesta continua en la reactivación económica de nuestro país y al fortalecimiento de todos los actores de la cadena del libro en la que las industrias culturales, escritores y editoriales hacen parte”.



 

Por: Efraín Marino

Director de la Revista y Emisora Bogotá Nocturna.



Conocí al maestro Romualdo Brito hace más algo más de diez años, en la cafetería del Carulla de la calle 53 en Galerías en la ciudad de Bogotá, era el mes de enero, estábamos comenzando año, me lo presentaron pues tenía un problema con el diseño de su libro “Romualdo Brito, 40 años de vida artística”, y nos pusimos manos a la obra a que fuese una realidad.


Allí, con la humildad de una taza de café recién molido, conocí a la leyenda dueña de más de 1500 canciones llenas de toda la historia, que brinda la cotidianidad de un observador de la vida, pues si algo tenía “el negro romo”, era que sabía decir las cosas “tal y como las veía, tal y como las sentía”.


Nos pusimos cita en mi apartamento, pues para esa fecha yo aún no tenía oficina y trabajaba desde mi casa, al día siguiente muy puntual llego acompañado de la cantautora Indira de la Cruz, su señora esposa, me dio un abrazo como si nos conociéramos de hace años y me dijo “usted no sabe, cuanto le agradezco que me saque de este apuro”… refiriéndose a que tenía pocos días para entregar a la editorial el libro totalmente diagramado y le habían quedado mal en Valledupar.


Indira se sentó en un sofá, tomándose un tintico recién hecho por mi esposa, conoció a mis hijos, “Romo” hizo el apunte; “salieron bonitos como la mama e inteligentes como el papa”… allí se rompió el hielo de la formalidad, todos nos reímos y en ese momento nació una amistad basada en la admiración mutua, el cariño y el sentimiento por el folclore y la música vallenata.



Sentado en una silla rimax blanca que acercamos al escritorio, comenzamos a trabajar en el libro de su vida artística, escogimos una foto de portada donde se ve el sentimiento de sus canciones, sobre un fondo de ladrillos rojos, y para la contraportada una foto del maestro con mochila y sombrero wayuu, pues nunca olvida sus orígenes; fue maravilloso conocer de su boca y corazón, las historias que inspiraron canciones tan maravillosas y sentidas como: “Mi presidio”, “Tatuaje del Alma”, “El diario de mi Vida”, “Embrujo”, “Esposa Mia”, “Mis Viejos Queridos”, “Amaneceres del Valle”, “Lo más lindo del mundo”, “La mama de uno”, “La Guajirita”, “Margarita”, “Por Ella”, etc…y así unas mil canciones más… y otras tan alegres y jocosas como: ”Llegó tu marido”, “La yuca y la tajá”, “Parranda, Ron y Mujer”, “El Santo Cachón”, etc, que entre otras cosas, de las muchas que conversamos en esos días, (pues llegaba muy puntual a las 10 de la mañana y se iba al caer la noche, almorzábamos lo que hubiese pero le encantaban las lentejas que hacia mi esposa, o por lo menos eso decía je je je)… le pregunté cuál era la canción que más regalías le había dejado o la que más se había escuchado, a lo que me respondió “vea como es de ingrata la vida compadre, la canción que más plata me ha dado es la que menos me gusta”, refiriéndose al éxito “El Santo Cachón” que inmortalizaran la agrupación Los Embajadores Vallenatos, y de allí nos reímos con anécdotas tales como cuando casi lo excomulgan y lo echan del pueblo por culpa de esa canción, “una vez iba en un bus y se subieron dos monjitas y al verlo se persignaron como si hubieran visto al diablo” se reía de las cosas que pasan cuando las canciones se convierten en cuentos e idiosincrasia de un pueblo.


Terminamos el libro a tiempo, y seguimos en contacto, me felicito por la programación “Sentimiento Vallenato” de mi emisora Bogotá Nocturna, y me dijo “te voy a enviar de vez en cuando una que otra cancioncita para que me la pongas a sonar”, y así lo hizo, permanecimos en constante comunicación, me enviaba sus canciones, las invitaciones a su gala “Noche de Compositores”, las canciones de Indira de la Cruz su esposa, cantautora y secretaria general de Sayco, frecuentemente nos veíamos en los eventos, hacíamos notas, entrevistas y siempre estaba disponible para su “amigo que lo sacó de una grande” me decía con una sonrisa.



Una vez hicimos un programa en directo desde la casa del compositor en la ciudad de Bogotá y allí entrevistamos a Indira, que hacia promoción de su más reciente producción musical “Indira de la Cruz, Solo Clásicos”, y luego de su entrevista aprovechamos que su esposo el maestro Romualdo Brito le estaba acompañando, para entrevistarlo, estábamos en temporada política y le preguntamos por su canción protesta “El Indio”, le picamos la lengua y nos dijo “Compadre esa canción parece que fuese compuesta ayer, nuestra Guajira siempre ha sido olvidada, necesitamos un candidato que le duela nuestro pueblo”, luego siguió despachándose y hablando en contra de la corrupción y de las cosas que no estaban bien… así era Romualdo Brito una persona sencilla pero sensible, jocosa y amigo de sus amigos.


Volviendo a la persona de Romualdo Brito López, el hombre de Treinta Tomarrazón, corregimiento de Riohacha, Guajira: lo quiero recordar no como el prolífico y excelente compositor, considerado uno de los cinco más grandes del vallenato, aunque también compuso otros géneros musicales, sino como el ser humano, que tuve la fortuna de conocer de cerca y aprender de él, su humildad a pesar de su grandeza, nunca se me olvidará el último día que estuvo en mi casa, ese día le dio dinero a mi hijo para que comprara pollo asado y al pasar a la mesa para almorzar, se sentó en una silla que estaba medio enclenque y casi se cae, le pedí disculpas y le cambie la silla, a lo que me dijo… “No se preocupe compadre, yo me he sentado en taburete de cuero y hasta en bordillo de cemento durante mucho tiempo, lo importante es que este bocadito lo compartimos en familia”…


A comienzos de noviembre me envío por whatsapp un audio con su canción “Navidad Contigo”, para que la pusiera en la parrilla de música de diciembre y así lo hice, sin saber que días después se cumplirían las palabras de su canción “fueron tantos diciembres que pasamos unidos; y el corazón se me arruga si esta navidad no la pasas conmigo”… un fatídico accidente de tránsito se llevó al maestro, al compositor, al cantautor.. al amigo.


“Romo” nos dejó un legado musical que ustedes conocen y seguirán escuchando por muchos años, así hacen historia los grandes, los juglares, los inmortales… adiós mi estimado, un abrazo vallenato de esos nacen del alma.

 

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