Por: Efraín Cesar Marino Rincón
Director de la Revista y Emisora Bogotá Nocturna / Localidad Chapinero.
Antes que nada, quiero advertir que la siguiente historia aplica para todas las rutas y todos los horarios.
Me encuentro en Unicentro de la Calle 127, voy hacia mi oficina en chapinero, son las 10.30 a.m. tengo algo de tiempo y decido probar como será tomar un SIPT, pero no tengo la tarjeta, donde la consigo? un vendedor ambulante me señala una droguería diciéndome que allí la venden, me desplazo hasta el lugar pero no hay tarjetas, me indican otro sitio a dos cuadras de allí, donde logro conseguir una tarjeta…10:55 a.m.
Ubico la parada de la Cra 15 y empieza el suplicio, pues no sé qué ruta me sirve, en el paradero hay un aviso con los números de las rutas, pero estoy en las mismas pues no se el recorrido. Después de ver pasar varias busetas le pregunto a un conductor y este me dice que espere la No 108, juicioso espero ...Literalmente 43 minutos y logro subir a la Ruta 108... Son las 11:28.
El transporte toma la Cra 15 hacia la calle 100 y me doy cuenta que el trancón es monumental; se sienta a mi lado una robusta señora que va comiendo un paquete de papas y el ruido de su boca se amplifica en mi oído... La luz del sol de la mañana entra por la ventada del lado derecho y calienta mi chaqueta de cuero sintético...
Estoy sofocado, me siento en un sauna, quiero bajarme, pero mi orgullo me dice que no.… tanta espera debe ser por algo... decido revisar en mi celular el correo y las redes sociales, cuando me entra una llamada... Es un cliente que me dice que está cerca de mi oficina y que necesita que nos veamos para un negocio, la comunicación se dificulta pues un vendedor ambulante sube al automotor y empieza a ofrecer unas gomitas con centro líquido, recubiertas de Chocolate blando... Tiene de diferentes sabores... Alcanzo a escuchar a mi cliente que me pregunta donde estoy y le digo que en un grave error... “las gomitas son a $200 pesos, pero para su mayor economía las tres valen $500"... Mi cliente me espera para que almorcemos juntos, le digo que ya le devuelvo la llamada... Una frenada inesperada hace que la señora de al lado derrame las papas sobre sus piernas y me pide disculpas... se sacude y me llena de migas...
Dos jóvenes de aspecto estudiantil se suben y se ubican detrás de mi silla que está cerca a la puerta trasera, uno lleva puesto unos audífonos y literalmente grita la conversación, siendo imposible no enterarme que: - la vieja de anoche le gustaba “Re-harto” que se la quería “rumbiar” y que le pasara el WhatsApp... Vuelve a sonar mi teléfono... es mi cliente, miro el reloj 12:10 y decido bajarme... Una hora y cuarenta minutos y apenas llegué a la calle 82 con Cra 11, el trancón de la cra 11 es interminable, monumental, estático y hasta somnífero.
Tomo un taxi, que desvía por la Cra 7ma hacia la oficina y me quedo pensando en cómo seria “la vieja de anoche” y si debí comprar las gomitas... pruebo una miga de papa que hay en mi ropa. eran picantes...
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