Por: Efraín Marino
@efrainmarinojr
Me es imposible permanecer indiferente ante la polémica de la reciente canción tItulada +57, como director de la emisora online www.bogotanocturna.com me llegan las noticias de los nuevos lanzamientos, los audios y vídeos de nuestros talentos colombianos y algunos extranjeros; y confieso que cuando me llegó la espectativa del junte de algunos de los referentes más importantes del reggaeton colombiano, pensé para mí que la sacarían del estadio.
Y efectivamente la canción es viral con millones de visualizaciones en pocos días, y cientos o quizás miles de comentarios, la mayoría en contra de la letra de esta canción que lleva por título +57, poniendo a nuestro país Colombia en la mira de la crítica internacional por la sexualización de menores de edad, la apología a las drogas, armas y conductas que mal influyen en la juventud adolescente.
Para ponerlos en contexto y aclarando que no tengo nada personal en contra de los artistas que hacen este junte, antes bien los admiro y soy un convencido de que son una muestra de resiliencia y tenacidad de un país lleno de falta de oportunidades y situaciones adversas; que los conocí en sus inicios, me he encontrado varias veces con algunos de ellos, que sus primeras canciones sonaron en nuestra emisora apoyándoles en sus inicios y que aún siguen sonando reconociendo su talento, que me han enviado saludos y videos apoyando la labor que hacemos con los artistas emergentes, que sus carreras musicales nada tienen que ver con su vida personal, que son producto de una industria que es cada vez más exigente y agresiva en sus contenidos, que a muchos les toca cantar lo que les exige el mercado, más no lo que ellos quieren, pero que existe una línea ética que se debe respetar, más aún cuando estos artistas dejan de ser anónimos, tienen una responsabilidad con su público, se convierten en agentes de opinión y un referente para nuestras nuevas generaciones.
La polémica surge tras conocerse la letra del anhelado junte , el Bienestar Familiar censura la canción diciendo que es una invitación para que las adolescentes tengan una vida sexual temprana, hasta desde el Congreso de la República existen posturas que pretenden sancionar y bloquear la canción, los medios de comunicación hacen sus pronunciamientoe, sobre menores de edad en establecimientos de expendio de licor, el uso de drogas y armas como algo de moda y la sociedad moral condena el maltrato verbal a la mujer como un objeto sexual.
Todo esto dentro del contexto de una ciudad como Medellín, mal vista y considerada como destino turístico sexual y un país lleno de violencia y narcotráfico, en realidad la canción no ayuda y mucho, menos cuando la relacionan con el código de área internacional telefónico +57. El mensaje es claro, dañino y ofensivo por donde quiera que se le mire, no hace falta ser un genio para entender que en Colombia la letra de la canción es el pan diario de nuestros jóvenes; aunque hace mucho tiempo que el reggaeton y otros géneros maltratan a la mujer, hacen enfasis a las drogas, armas y toda clase de conductas ilegales, esto no justifica que se siga haciendo, muchos dicen que el error fue la palabra “fourtheen”, que sería diferente si dijera “eighteen”, por aquello de la edad mínima para consumir licor, pero si bien es cierto la edad le da legalidad, la moral y la ética distan mucho de hacerlo.
Fue un gran error, lanzar esta canción, una equivocación, un mal mensaje, de manera intencional o no, aunque dudo mucho que no lo vieran venir, pues en la actual industria musical, las canciones ya no son inspiradas por la musa de otrora, ahora son fabricadas a la medida de estadísticas, estrategias, métricas, afinidades, Target, algoritmos e inteligencia artificial.
Sin embargo no es momento de condenar y señalar con el dedo a estos grandes talentos del género urbano que tantas alegrías nos han dado, han sido ellos quienes nos han representado ante el mundo, de manera individual son un orgullo y el +57 debe ser tatuado en sus corazones, pues son verdaderos embajadores de nuestra cultura y berraquera, o como olvidar la alegría que nos dio j balvin al ganar 4 grammys, o ver a Maluma en featuring con los más grandes, a Karol G en los eventos más importantes, a Feid, Bless y Ovy on the drums considerados por muchos como los mejores productores del género urbano en Colombia y por ultimo Ryan Castro el más joven musicalmente de este junte que literalmente me puso a bailar en la Northem Boulevard en Queens en la Copa América 2024 con su palo “El ritmo que nos une”.
Fue un mal paso, una mala letra, un mal momento que pueden corregir rápidamente, pues tienen el talento, los recursos e infraestructura para hacerlo, lo están reconociendo, es de humildes y grandes hacerlo, les invito que cambien la letra de canción, la música está perfecta, convertir las amenazas en oportunidades, no hay publicidad buena o mala, buscar una letra que nos identifique a todos, a los buenos, la berraquera del +57 y seguro se van sentir mucho mejor.
Por el momento mi ética me impide programar esta canción en nuestra emisora, no quiero que mis hijas y las hijas de nuestros oyentes la escuchen, me da pena ajena y se que quizás para los acostumbrados a audiencias masivas no signifique mucho, pues somos un medio local, comunitario, alternativo e independiente, pero para los nuevos artistas que promocionamos y que los ven como unos ejemplos a seguir es muy importante. Cuando ustedes tengan hijas seguro que harán todo lo que esté en su mano para que no escuchen canciones como estás, y cuando cumplan catorce años, alejaran a los galanes de discotecas para evitar que las traten como un “culito” y quieran ponerle su sello y su firma.
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